No solo transformas su vida, sino que también cambias la tuya. Los animales rescatados tienen una gratitud que es pura y profunda, un amor incondicional que sabe que fue elegido y apreciado. La relación que nace entre una mascota adoptada y su dueño es única; ellos saben que les diste un nuevo comienzo y retribuyen ese gesto con una lealtad y cariño infinitos.